El Susurro de La Mujer Ballena


Colección: Autores Españoles e Iberoamericanos
260 páginas
ISBN: 978-84-08-07399-4
Tapa dura 15 x 23 cm
Publicación: Junio 2007
Finalista del Premio Iberoamericano Planeta-Casa América de Narrativa 2007. Una intrigante novela sobre los caminos que puede tomar una secreta amistad entre dos mujeres.
Sinopsis: ¿Qué caminos puede tomar una tierna y secreta amistad entre dos colegialas? ¿Hasta dónde se puede llegar, muchos años después, cuando una de ellas trata de revivir esa relación perdida, o cuando quiere vengarse de una ofensa que nunca ha podido olvidar?
Verónica es una mujer que goza de una vida plena: un matrimonio estable, un hijo cariñoso, un apasionado amante, y un prestigioso cargo como periodista.
Rebeca, en cambio, soporta el tormento de su grotesca gordura. La soledad, la amargura y la rabia abonan su sed infinita de culpabilizar a alguien. Ese alguien, su amiga secreta del colegio, tropieza con ella en un avión, y allí­ se inicia esta intrigante e intensa novela con la que Alonso Cueto reafirma su exquisito talento.
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“El pasado es un agente inspector. Sus emboscadas son periódicas y repentinas. Se materializa como por arte de magia. Es una sombra con manos fibrosas. No tiene rasgos faciales. No tiene edad. Nos entrega una hoja en blanco. Nos negamos. Pero él insiste con su voz dura y lenta y fresca. Va a regresar.”

Verónica es una mujer satisfecha con su vida. Un marido tranquilo, un hijo adolescente a quien adora, un trabajo que le gusta e incluso la relación clandestina con un antiguo novio que le ofrece cada semana la emoción de la trasgresión.

Periodista de internacional en un periódico prestigioso, viaja a Bogotá para hacer un reportaje y en el viaje de vuelta descubre que junto a ella se sienta Rebeca del Pozo, una antigua compañera de colegio. Rebeca se ha convertido en una mujer descomunal, en una ballena, como ya la llamaban en el colegio y, aunque Verónica intenta pasar desapercibida, es Rebeca quien la aborda y quien intenta reanudar la relación que terminó hace tanto tiempo.

Rebeca comienza a acosar a Verónica, la llama, la busca en el trabajo, se comporta como una loca. Aparece en los lugares más insospechados, con su enorme cuerpo y su lengua delirante, inquietando cada vez más a una Verónica paralizada. Porque lo cierto es que Verónica se siente indefensa ante esta antigua amiga que le hace afrontar unos hechos que ha querido aunque no ha podido olvidar: la crueldad de sus compañeros del colegio para con esa niña distinta a todas las demás, esa “Revaca” como era llamada, objeto de burla constante, con quien Verónica mantení­a una relación clandestina para evitar los reproches de sus amigos.

Este es el comienzo de una inquietante historia que mezcla elementos de la novela de terror psicológico con una historia intimista. Contada en primera persona, el lector asiste con el aliento entrecortado a este enfrentamiento de la protagonista con la culpa, esa culpa antigua que subyace en lo más profundo del inconsciente y que el autor ha sabido encarnar con la habilidad de un maestro.

Y será a través de esta culpa recobrada, como Verónica se enfrentará a su verdad, a la realidad de su vida, anclada en un matrimonio cobarde. Y también a su pasado, y a unos terribles acontecimientos que nunca ha sabido asumir. Verónica mirará a su alrededor por primera vez y lo contemplará todo como si fuera el mapa de un paí­s desconocido. Su temor a envejecer, su afán por seguir guapa, todos sus miedos chocarán contra la realidad de su antigua amiga.

Porque si Verónica es la culpa, Rebeca es la humillación, la soledad y el dolor, un dolor oculto, eterno, que empezará a supurar como la lava de un volcán, lento e implacable al principio y con un estallido final que querrá destruirlo todo.

Entre ambas mujeres se establecerá una relación marcada por los desencuentros, por los silencios y los miedos de una y los reproches de la otra. Una relación sobre la que se cierne un hecho que ninguna de las dos es capaz de sacar a la luz: aquella noche lejana donde todo quedó destruido, la amistad y la inocencia.

“Aunque no sé la razón, creo que todo lo que me ha ocurrido tiene algo que ver con lo que pasó esa noche en la fiesta. Así­ como puede haber un virus que a una cierta edad entra en nuestro organismo para siempre, creo que el recuerdo de esa noche, la música, las voces, las palmas que yo batí­a, circula desde entonces en mi conciencia. Las pesadillas de la culpa se han vuelto realidad y todo está claro.”

El susurro de la mujer ballena

Una prosa afilada como un bisturí­ de personajes hondos e intriga absorbente

Ya desde el tí­tulo de esta impactante novela, el lector queda atrapado por la prosa afilada como un bisturí­ con la que Alonso Cueto disecciona a sus personajes. Tanto Verónica, cuyo relato en primera persona muestra los rincones más ocultos de su mente, como Rebeca, cuyos sentimientos solo conocemos por sus palabras y sus actos, son personajes con una fuerza y una complejidad turbadoras.

Como en toda buena obra literaria, El susurro de la mujer ballena trasciende el argumento para ahondar en lo más profundo del inconsciente colectivo. El lector empatiza de una forma inmediata con las protagonistas. Se siente Rebeca y también se siente Verónica, porque ambos personajes poseen esa cualidad intangible de lo que está escrito desde la verdad y la honradez.

La intriga que subyace a lo largo de la historia se ofrece con un medido cuentagotas, manteniendo un interés casi obsesivo en el lector por una trama digna de Hitchcock. Pocas veces un relato intimista tiene la fuerza que tiene esta novela y pocas veces un autor es capaz de transformar esos momentos reflexivos, casi lí­ricos, en una pesadilla y hacerlo con una transición sin estridencias. Alonso Cueto narra el terror de lo cotidiano, lo cubre con un halo de tragedia, de anticipación, avisa de que algo terrible está por ocurrir y entonces ya no hay manera de alejarse del texto hasta su conclusión.

Pero la historia de Cueto tiene también un lado más amable. Porque, a pesar de todo, esta es también una historia sobre la amistad. Una amistad conmovedora, emocionante, dura, marcada por la traición. Pero una amistad que puede redimir, limpiar todo lo emponzoñado. La magní­fica última escena de esta obra es una reivindicación de esta amistad desde su lado más doloroso, pero también más auténtico.

Novela de personajes y de emociones. Novela de dolor y de terror. De silencios y de culpa. Una magní­fica historia narrada con fuerza, habilidad y belleza.

Fonte:

http://www.casamerica.es/es/casa-de-america-virtual/literatura/articulos-y-noticias/el-susurro-de-la-mujer-ballena?referer=/es/casa-de-america-virtual/literatura/articulos-y-noticias

o que a criança mais deseja e precisa é aprender.

Ele é um velhinho polêbasta-mafaldamico, radical e que faz 99% dos jovens parecerem nada menos que caretas. (Eu já tinha postado esse texto no meu blog velho, mas não achei, o tempo engoliu…. 🙂
O texto abaixo é assim também, radical, polêmico, quase uma utopia, mas eu adoro o que ele fala, adoro e tento por em prática tudo que posso. Não posso muito, é verdade, mas sigo tentando 🙂
É um texto grande também, mas vale a leitura.

[..] o que a criança mais deseja e precisa é aprender.

Mas há uma enorme pedra no meio do caminho: quase toda a comunicação das crianças pequenas com adultos se faz por meio da linguagem

não-verbal,

bastante incompreensí­vel para a maioria das pessoas. Continuar lendo o que a criança mais deseja e precisa é aprender.

a invenção da solidão

invencaosolidaoCara, esse livro (a primeira parte dele) me dilacerou o coração! Eu chorei tanto, me deu um vazio esse relato…Talvez por conhecer de perto o tal homem invisí­vel que o autor descreve. Que coisa mais legal esse livro…Amei, mas achei dolorida demais essa primeira parte do livro. Um cara cujo pai morre está falando sobre esse pai, o homem invisí­vel de uma maneira que tem que ler pra ver. Eu sou péssima escrevendo sobre livros, só consigo dizer coisas como legal, muito massa e tal, nunca sai nada que presta. Mas é por ai mesmo, o livro é legal, é muito massa. Eu achei demais, tem partes pra ler e reler e ler de novo.

Parece que já teve outra edição do mesmo livro com o nome de O Inventor da Solidão.

Como tinha milênios que eu não lia literatura, só livros técnicos, amei voltar lendo este. (Mentira, voltei lendo a Loteria da Babilônia do Borges, pra espiar o clube de leituras do Idelber. Só espiar mesmo, que as opiniões que aparecem são muito boas, eu não teria nada a acrescentar, nem teria cacife pra isso hahahaha.). Agora vai ter outra edição do clube do Borges, ao que parece. Lá vou eu espiar de novo né? Boa desculpa pra reler Borges, que eu sou a maior travada com os textos dele. Qualquer dia eu comento porquê.

Nossa, tava enchendo já tanto livro técnico, precisava do ar fresco da literatura. E como sem dormir minha cabeça fica bem anuviada, as coisas técnicas já estavam caindo no limbo do entendimento mesmo. Imagina ler um autor do séc. I a.C, (ainda que seja sobre astrologia), sem dormir há mais de 10 dias, como eu estou? Não tava entendendo mais patavinas, tava misturando as bolas legal.

Então acho que dei sorte já lendo de cara esse. (Outra mentira, eu tinha começado o Kenzaburo Oe, Uma Questão Pessoal, mas achei chato e não foi pra frente. E teve na semana passada o Yalom tb que achei mais chato ainda).

Depois vou colocar alguns trechos do livro aqui pra mostar algumas passagens como são tocantes. Fica a dica aí­, então.

Os Miseráveis

Autor: HUGO, VICTOR
Assunto: LITERATURA ESTRANGEIRA
Livro em português
Brochura
1288 pág.
Um panorama completo de Paris e da França em meados do século XIX, a obra é um patrimônio cultural da humanidade, narrada numa linguagem que significa ‘a Revolução Francesa na literatura’. O fio condutor é o personagem de Jean Valjean. Por ter roubado um pão para alimentar a famí­lia, ele é preso e passa 19 anos na prisão. Solto e tomado de ódio por causa da rejeição social que experimenta, é acolhido por uma noite por um bispo. O encontro transforma radicalmente sua vida e, após mudar de nome, Valjean prospera como negociante de vidrilhos, até que nova reviravolta o reconduz í  prisão.

Liberdade, ainda que tardia

Recebi esse pensamento da Thais, numa lista que participamos, achei tão bonito, especialmente depois de ter sonhado a noite inteirinha com uma situação de gaiolas e voôs.
 

"Os homens dizem amar a liberdade, mas, de posse dela, são tomados por um grande medo e fogem para abrigos seguros. A liberdade dá medo. Os homens são pássaros que amam o vôo, mas têm medo dos abismos. Por isso abandonam o vôo e se trancam em gaiolas. Somos assim:sonhamos o vôo mas tememos a altura . Para voar é preciso ter coragem para enfrentar o terror do vazio. Porque é só no vazio que o vôo acontece. O vazio é o espaço da liberdade, a ausência de certezas. Mas é isso o que tememos: o não ter certezas. Por isso trocamos o vôo por gaiolas. As gaiolas são o lugar onde as certezas moram.

É um engano pensar que os homens seriam livres se pudessem, que eles não são livres porque um estranho os engaiolou, que eles voariam se as portas estivessem abertas. A verdade é oposto. Não há carcereiros. Os homens preferem as gaiolas aos vôos. São eles mesmos que constroem as gaiolas em que se aprisionam…”

Rubem Alves 

 

Votos Partidos

Votos Partidos
Lady Gregory
Era tarde a noite passada
O cão falava de você
O pássaro cantava no pântano
Falava de você
Você é o pássaro solitário na floresta
Que você fique sem companhia até achar-me
Você prometeu e mentiu
Disse que estaria junto a mim
Quando os carneiros fossem arrebanhados
Eu assoviei e gritei cem vezes
E não achei nada lá
A não ser uma ovelha balindo
Prometeu-me algo difí­cil
Um navio de ouro sob um mastro prateado
Doze cidades e um mercado em todas elas
E uma branca e bela praça í  beira mar
Você prometeu algo impossí­vel
Que me daria luvas de pele de peixe
E sapatos de pele de ave
E roupa da melhor seda da Irlanda
Minha mãe disse para eu não falar com você
Nem hoje
Nem amanhã
Nem Domingo
Foi um mal momento para dizer-me isso
Como trancar a porta após a casa arrombada
Você tirou o Leste de mim
Tirou o Oeste de mim
Tirou o que existe í  minha frente
Tirou o que há atrás
Tirou a Lua
Tirou o Sol de mim
E o meu medo é grande
Você tirou Deus de mim

Grande Sertão: Veredas

Grande Sertão: Veredas está fazendo 50 anos. E eu pensei pela milésima vez que esta seria uma excelente época para eu terminar de ler esse livro. Tem uns 4 anos que eu comecei. Aí­ peguei de novo, abri, recomecei. Mas a verdade é que eu não consigo. Esse livro dói em mim. Cada frase dele é como uma ferida. Não sei porque, nunca tive essa relação com nenhum outro livro. alguns eu amei desde o iní­cio, não queria terminar de ler, não queria gastar o livro. Mas Grande Sertão é diferenre, ele me causa sensações fí­sicas, não consigo explicar, eu fico literalmente nervosa. É um desgaste emocional, de tanto que eu me envolvo naquelas frases, é como se eu fosse o próprio pensamento de Riobaldo, ou o seu sentimento sobre seu pensamento, é confuso, não sei explicar direito.

Sei que vou levar mais uns 5, 6 anos pra terminar de ler, porque é muito dolorido, cada frase desperta um oceano de pensamentos, de reflexões que correm soltas, desembestadas pela minha cabeça. Aí­ é realmente muito complicado, como conseguir terminar de ler algo que me desgasta assim tão violentamente? Mas eu não acho isso ruim, é bom saber que um livro assim tão bom vai me acompanhar ainda por anos e anos. Aqui tem um texto sobre ele. A UFMG também está fazendo uma semana sobre ele. Tem exposição no Palácio das Artes. Que eu vou ver amanhã.