Ví­cio dos Ví­cios

Editora: MG Editores

Ficha Técnica: 3 ª.

Edição 1987 154 pág.

Este livro, o décimo segundo escrito por Flávio Gikovate, trata da vaidade, emoção humana fundamental e que foi complemente esquecida pelos textos contemporâneos de psicologia. O prazer de se exibir, chamar a atenção e se destacar – que é como a vaidade é definida pelo autor – participa de todas as ações do ser humano e é parte essencial em todo o tipo de interação social. Está presente na raiz de todos os ví­cios, e é daí­ que deriva o tí­tulo deste estudo contundente sobre a nossa maneira de viver. A tese fundamental defendida aqui é a de que a serenidade, a paz de espí­rito e a boa qualidade de vida só serão possí­veis para aqueles que não se deixaram escravizar pela vaidade. Este trabalho também defende o ponto de vista de que uma ordem social mais estável e mais justa só será alcançada quando os homens se voltarem para as coisas mais essenciais da vida e abandonarem a obsessão pela superficialidade e pela ostentação de todo o tipo.

Fonte: www.flaviogikovate.com.br

El Susurro de La Mujer Ballena


Colección: Autores Españoles e Iberoamericanos
260 páginas
ISBN: 978-84-08-07399-4
Tapa dura 15 x 23 cm
Publicación: Junio 2007
Finalista del Premio Iberoamericano Planeta-Casa América de Narrativa 2007. Una intrigante novela sobre los caminos que puede tomar una secreta amistad entre dos mujeres.
Sinopsis: ¿Qué caminos puede tomar una tierna y secreta amistad entre dos colegialas? ¿Hasta dónde se puede llegar, muchos años después, cuando una de ellas trata de revivir esa relación perdida, o cuando quiere vengarse de una ofensa que nunca ha podido olvidar?
Verónica es una mujer que goza de una vida plena: un matrimonio estable, un hijo cariñoso, un apasionado amante, y un prestigioso cargo como periodista.
Rebeca, en cambio, soporta el tormento de su grotesca gordura. La soledad, la amargura y la rabia abonan su sed infinita de culpabilizar a alguien. Ese alguien, su amiga secreta del colegio, tropieza con ella en un avión, y allí­ se inicia esta intrigante e intensa novela con la que Alonso Cueto reafirma su exquisito talento.
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“El pasado es un agente inspector. Sus emboscadas son periódicas y repentinas. Se materializa como por arte de magia. Es una sombra con manos fibrosas. No tiene rasgos faciales. No tiene edad. Nos entrega una hoja en blanco. Nos negamos. Pero él insiste con su voz dura y lenta y fresca. Va a regresar.”

Verónica es una mujer satisfecha con su vida. Un marido tranquilo, un hijo adolescente a quien adora, un trabajo que le gusta e incluso la relación clandestina con un antiguo novio que le ofrece cada semana la emoción de la trasgresión.

Periodista de internacional en un periódico prestigioso, viaja a Bogotá para hacer un reportaje y en el viaje de vuelta descubre que junto a ella se sienta Rebeca del Pozo, una antigua compañera de colegio. Rebeca se ha convertido en una mujer descomunal, en una ballena, como ya la llamaban en el colegio y, aunque Verónica intenta pasar desapercibida, es Rebeca quien la aborda y quien intenta reanudar la relación que terminó hace tanto tiempo.

Rebeca comienza a acosar a Verónica, la llama, la busca en el trabajo, se comporta como una loca. Aparece en los lugares más insospechados, con su enorme cuerpo y su lengua delirante, inquietando cada vez más a una Verónica paralizada. Porque lo cierto es que Verónica se siente indefensa ante esta antigua amiga que le hace afrontar unos hechos que ha querido aunque no ha podido olvidar: la crueldad de sus compañeros del colegio para con esa niña distinta a todas las demás, esa “Revaca” como era llamada, objeto de burla constante, con quien Verónica mantení­a una relación clandestina para evitar los reproches de sus amigos.

Este es el comienzo de una inquietante historia que mezcla elementos de la novela de terror psicológico con una historia intimista. Contada en primera persona, el lector asiste con el aliento entrecortado a este enfrentamiento de la protagonista con la culpa, esa culpa antigua que subyace en lo más profundo del inconsciente y que el autor ha sabido encarnar con la habilidad de un maestro.

Y será a través de esta culpa recobrada, como Verónica se enfrentará a su verdad, a la realidad de su vida, anclada en un matrimonio cobarde. Y también a su pasado, y a unos terribles acontecimientos que nunca ha sabido asumir. Verónica mirará a su alrededor por primera vez y lo contemplará todo como si fuera el mapa de un paí­s desconocido. Su temor a envejecer, su afán por seguir guapa, todos sus miedos chocarán contra la realidad de su antigua amiga.

Porque si Verónica es la culpa, Rebeca es la humillación, la soledad y el dolor, un dolor oculto, eterno, que empezará a supurar como la lava de un volcán, lento e implacable al principio y con un estallido final que querrá destruirlo todo.

Entre ambas mujeres se establecerá una relación marcada por los desencuentros, por los silencios y los miedos de una y los reproches de la otra. Una relación sobre la que se cierne un hecho que ninguna de las dos es capaz de sacar a la luz: aquella noche lejana donde todo quedó destruido, la amistad y la inocencia.

“Aunque no sé la razón, creo que todo lo que me ha ocurrido tiene algo que ver con lo que pasó esa noche en la fiesta. Así­ como puede haber un virus que a una cierta edad entra en nuestro organismo para siempre, creo que el recuerdo de esa noche, la música, las voces, las palmas que yo batí­a, circula desde entonces en mi conciencia. Las pesadillas de la culpa se han vuelto realidad y todo está claro.”

El susurro de la mujer ballena

Una prosa afilada como un bisturí­ de personajes hondos e intriga absorbente

Ya desde el tí­tulo de esta impactante novela, el lector queda atrapado por la prosa afilada como un bisturí­ con la que Alonso Cueto disecciona a sus personajes. Tanto Verónica, cuyo relato en primera persona muestra los rincones más ocultos de su mente, como Rebeca, cuyos sentimientos solo conocemos por sus palabras y sus actos, son personajes con una fuerza y una complejidad turbadoras.

Como en toda buena obra literaria, El susurro de la mujer ballena trasciende el argumento para ahondar en lo más profundo del inconsciente colectivo. El lector empatiza de una forma inmediata con las protagonistas. Se siente Rebeca y también se siente Verónica, porque ambos personajes poseen esa cualidad intangible de lo que está escrito desde la verdad y la honradez.

La intriga que subyace a lo largo de la historia se ofrece con un medido cuentagotas, manteniendo un interés casi obsesivo en el lector por una trama digna de Hitchcock. Pocas veces un relato intimista tiene la fuerza que tiene esta novela y pocas veces un autor es capaz de transformar esos momentos reflexivos, casi lí­ricos, en una pesadilla y hacerlo con una transición sin estridencias. Alonso Cueto narra el terror de lo cotidiano, lo cubre con un halo de tragedia, de anticipación, avisa de que algo terrible está por ocurrir y entonces ya no hay manera de alejarse del texto hasta su conclusión.

Pero la historia de Cueto tiene también un lado más amable. Porque, a pesar de todo, esta es también una historia sobre la amistad. Una amistad conmovedora, emocionante, dura, marcada por la traición. Pero una amistad que puede redimir, limpiar todo lo emponzoñado. La magní­fica última escena de esta obra es una reivindicación de esta amistad desde su lado más doloroso, pero también más auténtico.

Novela de personajes y de emociones. Novela de dolor y de terror. De silencios y de culpa. Una magní­fica historia narrada con fuerza, habilidad y belleza.

Fonte:

http://www.casamerica.es/es/casa-de-america-virtual/literatura/articulos-y-noticias/el-susurro-de-la-mujer-ballena?referer=/es/casa-de-america-virtual/literatura/articulos-y-noticias

Magra e Poderosa

MAGRA E PODEROSA
Autor: BARNOUIN, KIM
Autor: FREEDMAN, RORY
Editora: INTRINSECA
Assunto: MEDICINA E SAUDE-DIETAS
ISBN: 8598078212
ISBN-13: 9788598078212
Brochura
1ª Edição – 2007
Livro com 189 páginas
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Leiaesse ótimo post sobre o livro aqui: http://oicult.blogspot.com/2007/12/magra-e-poderosa-apenas-isso-que.html

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“Magra e Poderosa”: é apenas isso que desejamos?

Estava passando os olhos na revista que vem todo domingo no jornal O Globo quando me deparei com uma reportagem com o seguinte tí­tulo: “O pulo da gata: saiba como um livro de dieta disparou da posição 77.938 para o primeiro lugar na lista dos mais vendidos nos Estados Unidos”, escrita por Isabel Caban, cuja foto principal era da ex-integrante do grupo Spice Girls, Victoria Beckham, que possui 1,63 de altura e cerca de 45 Kg, em uma livraria com o livro em mãos.
Assim começava a reportagem:”Aconteceu em maio deste ano, nos Estados Unidos: um livro de dieta lançado em 2005 e que ocupava a posição 77.938 na lista dos mais vendidos naquele paí­s pulou para o primeiro lugar por causa de uma única foto publicada na imprensa. O crescimento registrado nas vendas foi de 37.000% (sim, com todos esses zeros). A foto era de Victoria Beckham e o livro, chamado “Skinny bitch” – atualmente o terceiro na relação publicada semanalmente pelo jornal “The New York Times” (…)”Inocentemente, pensei que a reportagem mostraria como esta foto foi um mecanismo usado para aumentar a vendagem do livro. Porém, ao ler a reportagem percebi que ela nada mais era do que mais uma jogada de marketing para vender o livro no Brasil, já que seria aqui lançado na quarta-feira (21/11/2007) pela editora Intrí­nseca, com o tí­tulo Magra & Poderosa.
A reportagem mostra como o livro (escrito por Rory Freedman, agente de modelos, e Kim Barnouin, ex-modelo) possui uma proposta radical que pode ser percebida a partir de alguns trechos nela destacados:”(…) torne-se vegetariana para ser saudável, magra e ‘colocar um biquí­ni cavado para rebolar como se fosse a rainha da cocada preta’.”
“De nada adianta ser uma porca gorda. Beber álcool sempre = sí­ndrome da porca inchada”.
“Se você acha que a dieta do dr. Atkins irá fazê-la emagrecer é porque é uma total idiota”.
Embora cite todos esses trechos absurdos, a reportagem recorre a dois recursos muito utilizados pela mí­dia para legitimar suas mensagens: busca a opinião de um especialista e pesquisas cientí­ficas. A nutricionista Adriana Bassoul, que acompanhou a tradução do livro, deu a seguinte declaração: “Me assustei quando comecei a leitura, mas rapidamente entendi que a intenção é dar uma sacudida”. Além disso, as autoras teriam recorrido a inúmeras pesquisas – mas, curiosamente, não há referência concreta a nenhuma delas – até chegarem í  conclusão de que se deve parar de comer qualquer carne animal para se alcançar o tão desejado corpo magro.
O vegetarianismo é uma filosofia de vida que entende o consumo de alimentos de origem animal como uma prática desnecessária, que prejudica a saúde humana, o meio ambiente e a sociedade. Os animais são capazes de sentir amor, dor, medo e solidão. Desse modo, a maneira como são criados não atende í s suas mais básicas necessidades e são mortos de forma bastante cruel, pois não há como matar um animal de forma “humanitária”. O livro “Magra & Poderosa” esvazia o real sentido do vegetarianismo, reduzindo-o a um único objetivo: deixe de comer qualquer tipo de carne animal para obter um corpo magro e belo.
Além de fazer propaganda do livro, a reportagem traz um box com endereços de locais onde se pode encontrar comidas destinadas aos futuros adeptos da dieta contida em “Magra & Poderosa”, com o seguinte tí­tulo: “Roteiro orgânico: onde comer o que se deve”, que consiste não apenas em uma simples dica, mas também em uma ordem.
A reportagem me fez pensar também no atual culto a um corpo magro e livre de qualquer tipo de gordura. Dando uma rápida observada em bancas de jornal e guichês de supermercados, podemos ver uma série de revistas dedicadas í  obtenção do corpo escultural. Duas dessas revistas me chamaram muito a atenção por algumas semelhanças que possuem com o livro em questão: Boa Forma, da Editora Abril e Corpo a Corpo, da Editora Sí­mbolo.
Ambas as revistas, assim como o livro, trazem implí­cita ou explicitamente a idéia de que ser magro é uma obrigação e a chave para o sucesso, que virou, em nossa atual sociedade, sinônimo de felicidade. Transmite-se a idéia de que se você não possui um corpo magro é porque você não quer, pois eles te trazem os segredos para isso, você é que não tem força de vontade e determinação suficiente e, portanto, é um fracassado.
O livro Magra & Poderosa se beneficiou da foto da magérrima Victoria Beckham segurando um de seus exemplares para alavancar suas vendas. Já as revistas utilizam um outro mecanismo para isso: trazem em suas capas atrizes sem nenhum vestí­gio de gordura, quase sempre vestindo apenas um biquí­ni, deixando para o consumidor a sensação de que se ele comprar a revista e seguir seus conselhos também alcançará aquele corpo. Em seu interior, as revistas contem dicas de boa alimentação, tratamentos de beleza, dietas que prometem fazer milagres em semanas e uma reportagem com a atriz da capa, na qual, a mesma apresenta seus “truques de beleza” e exibe suas medidas: altura, peso e medidas dos quadris, busto e cintura, como sendo o padrão ideal a ser alcançado.
É curioso pensarmos como é possí­vel que num mundo onde milhares de pessoas morrem de fome haja tamanha preocupação com a busca da magreza. Como é possí­vel a correlação entre ser magro e ser poderoso. O que é mais uma coisa curiosa: a aparência como uma moeda de troca, como a chave para se alcançar o sucesso e a felicidade. Será que devemos nos deixar seduzir por essas mensagens canalizando nossas energias na diminuição das calorias de nossas refeições para que sejamos magros, belos, poderosos e aceitos socialmente, ou devemos direcioná-las para a busca de um mundo mais justo e humano, onde todos possam viver com dignidade? A escolha somos nós que devemos fazer…Ano 4, número 173, 18 de novembro de 2007.
Fonte:

queijo

Eu não sei porque cargas d’água eu desenvolvi uma alergia das bravas a queijo parmesão. Na viagem eu passei mal por causa de uma pitada í­nfima, menor que a de sal que coloquei num prato só pra sentir o cheiro mesmo. Porque eu amava queijo parmesão. Amava mesmo. Mas a pitadinha de nada quase me estragou um dia inteiro de curtição.

 

Semana passada no almoço semanal na casa da minha mãe ela fez macarrão e colocou queijo. E o macarrão da minha mãe é misturado, ela não joga só por cima, mistura mesmo o macarrão, molho e etcs… Eu como tenho uma dificuldade grande pra aprender, fiz o prato e coloquei a primeira garfada na boca. Tiro e queda, passei mal pra caramba.

 

Bom, hoje lá fomos nós de novo pra almoçar na mama. E ela de novo fez macarrão. Dessa vez sem um pingo de parmesão. Mas só de olhar o macarrão eu comecei a passar mal. E não almocei direito.

 

Dai que lascou com a tarde. Eu ainda não extrapolei, mas ficou muito claro a falta que fez um café da manhã e um almoço decentes. Porque a falta de comida repercutiu í  tarde e agora eu estou morrendo de fome, mas fome de carboidrato, de coisas que engordam. Ou seja, óbvio que é mais que fome né? Pra vocês verem como é delicado o equilí­brio de um viciado, ainda mais em comida. Porque largar o cigarro foi muito mais fácil do que largar o ví­cio de comida, eu não estava exposta a dose nenhuma. E eu era fumante inveterada, ninguém acreditava que eu pudesse largar.

 

Eu quero duas coisas com esse post: agora que estou anotando tudo e conseqí¼entemente sendo obrigada a prestar atenção no que como, de verdade (que é a primeira vez em muito, muito tempo, que faço isso por dias seguidos, a sério e sem pirraça) eu resolvi que vou sempre escrever quando acontecer, pra ficar registrado pra mim mesma os gatilhos que disparam as “erradas”. Devagar eu aprendo. Não que eu já não soubesse dessas coisas em mim, mas agora resolvi prestar atenção.

 

A segunda é falar que eu fui em uma reunião dos Comedores Compulsivos Anônimos ano passado, mas achei muito pesada a ênfase que se deu í  palavra doença naquela reunião. Doença, doentes, somos todos muito doentes, não temos cura, muito complicado. Uma questão de semântica, talvez, mas pra mim viciado é menos pior do que doente. Eu aceito ser viciada, doente não. Fica claro que ainda não cheguei no Primeiro Passo né? Hahahahaha.

 

Talvez seja uma bobagem e seja isso mesmo que os gordos eu sejam seja: viciada(os), doente(s). Mas o fato é que eu tenho muitas e enormes, gigantescas reservas quanto ao significado disso atualmente. Vai ver por isso eu esteja tão gorda. Negação?

 

Gorda, vá lá, viciada também, mas doente, hummmm, sei não… Cada época tem seus bodes expiatórios, cada época tem suas doenças, e uma das de hoje é ser gordo. E as doenças são bem mais do que doenças, elas têm sentido social visse? Sempre, sempre.

 

Mas eu sou Antropóloga né? Ainda mais do que em comida, sou viciada em olhar por detrás das tramas, dos valores, do senso comum, fazer o quê? Não digo que estou certa, nem sempre vejo consigo ver o que é certo, mas são as conclusões que tiro. De anos de traseiro na cadeira, de cara nos livros e olho no mundo. Bão, só estou divagando (e me exibindo tb) um pouco.

 

E não estou negando ser viciada. Sou menos ingênua do que aparento (?). E as palavras nunca são bobagens. E eu não estou falando de nenhuma lei da atração. Não estou falando nada do tipo pensar e atrair.

queijo

Eu não sei porque cargas d’água eu desenvolvi uma alergia das bravas a queijo parmesão. Na viagem eu passei mal por causa de uma pitada í­nfima, menor que a de sal que coloquei num prato só pra sentir o cheiro mesmo. Porque eu amava queijo parmesão. Amava mesmo. Mas a pitadinha de nada quase me estragou um dia inteiro de curtição.

 Semana passada no almoço semanal na casa da minha mãe ela fez macarrão e colocou queijo. E o macarrão da minha mãe é misturado, ela não joga só por cima, mistura mesmo o macarrão, molho e etcs… Eu como tenho uma dificuldade grande pra aprender, fiz o prato e coloquei a primeira garfada na boca. Tiro e queda, passei mal pra caramba.

 Bom, hoje lá fomos nós de novo pra almoçar na mama. E ela de novo fez macarrão. Dessa vez sem um pingo de parmesão. Mas só de olhar o macarrão eu comecei a passar mal. E não almocei direito.

 Dai que lascou com a tarde. Eu ainda não extrapolei, mas ficou muito claro a falta que fez um café da manhã e um almoço decentes. Porque a falta de comida repercutiu í  tarde e agora eu estou morrendo de fome, mas fome de carboidrato, de coisas que engordam. Ou seja, óbvio que é mais que fome né? Pra vocês verem como é delicado o equilí­brio de um viciado, ainda mais em comida. Porque largar o cigarro foi muito mais fácil do que largar o ví­cio de comida, eu não estava exposta a dose nenhuma. E eu era fumante inveterada, ninguém acreditava que eu pudesse largar.

 Eu quero duas coisas com esse post: agora que estou anotando tudo e conseqí¼entemente sendo obrigada a prestar atenção no que como, de verdade (que é a primeira vez em muito, muito tempo, que faço isso por dias seguidos, a sério e sem pirraça) eu resolvi que vou sempre escrever quando acontecer, pra ficar registrado pra mim mesma os gatilhos que disparam as “erradas”. Devagar eu aprendo. Não que eu já não soubesse dessas coisas em mim, mas agora resolvi prestar atenção.

 A segunda é falar que eu fui em uma reunião dos Comedores Compulsivos Anônimos ano passado, mas achei muito pesada a ênfase que se deu í  palavra doença naquela reunião. Doença, doentes, somos todos muito doentes, não temos cura, muito complicado. Uma questão de semântica, talvez, mas pra mim viciado é menos pior do que doente. Eu aceito ser viciada, doente não. Fica claro que ainda não cheguei no Primeiro Passo né? Hahahahaha.

 Talvez seja uma bobagem e seja isso mesmo que os gordos eu sejam seja: viciada(os), doente(s). Mas o fato é que eu tenho muitas e enormes, gigantescas reservas quanto ao significado disso atualmente. Vai ver por isso eu esteja tão gorda. Negação?

 Gorda, vá lá, viciada também, mas doente, hummmm, sei não… Cada época tem seus bodes expiatórios, cada época tem suas doenças, e uma das de hoje é ser gordo. E as doenças são bem mais do que doenças, elas têm sentido social visse? Sempre, sempre.

 Mas eu sou Antropóloga né? Ainda mais do que em comida, sou viciada em olhar por detrás das tramas, dos valores, do senso comum, fazer o quê? Não digo que estou certa, nem sempre vejo consigo ver o que é certo, mas são as conclusões que tiro. De anos de traseiro na cadeira, de cara nos livros e olho no mundo. Bão, só estou divagando (e me exibindo tb) um pouco.

 E não estou negando ser viciada. Sou menos ingênua do que aparento (?). E as palavras nunca são bobagens. E eu não estou falando de nenhuma lei da atração. Não estou falando nada do tipo pensar e atrair.

Fileteado Porteño

FILETEADO PORTEí‘O (RUSTICA)

GENOVESE, ALFREDO
ISBN: 987-43-9728-4
Editorial: AUTOR
Tema: Arte > Técnicas
Formato:
Idioma: castellano
Páginas: 96

Con este libro me propongo utilizar el papel como soporte visual del fileteado, exponiendo en él la obra de mis maestros, la mí­a y la de algunos de mis discí­pulos de taller, mostrando además que es posible integrar la variedad de estilos y sus aplicaciones. Me gustarí­a que este arte llegue muy lejos y continúe. Alfredo Genovese

o poder curativo dos mudras


O Poder Curativo dos Mudras
RAJENDAR MENEN
Editora: Madras
ISBN: 9788537002483
Ano: 2007
Edição: 1
Número de páginas: 120
Acabamento: Brochura
Formato: Médio

Nossos dedos possuem um grande poder. Com eles, o ser humano pode curar aos outros e a si mesmo, utilizando-se do poder benéfico dos Mudras, que podem ser praticados a qualquer hora, em qualquer lugar e por qualquer pessoa. Não é preciso ser um atleta ou um profissional da área médica, basta dedicação. Os Mudras são movimentos de ioga que envolvem os braços e, principalmente, as mãos. São tão poderosos que podem transformar a vida de uma pessoa, além de fáceis de serem praticados. De acordo com o autor, eles liberam a energia presa no corpo do indiví­duo, por meio de canais e centros energéticos: os nadis e os chacras. A prática dos Mudras ajuda a pessoa a criar paz e força interior, a eliminar o cansaço e a ansiedade, a superar situações de estresse, pressão, culpa e raiva, a proteger a saúde fí­sica e emocional, acalma a mente e fortalece a intuição, promovendo um estado de felicidade, amor e longevidade. Pela prática dos Mudras, é possí­vel obter uma nova visão da sua saúde fí­sica, emocional ou espiritual. Agora, você mesmo pode promover a autocura, utilizando o poder que está em suas mãos.

coisinhas

Hoje e ontem foram dias exemplares. Muito tempo que eu não cuidava tão bem de mim. Apesar do plantão de 24 horas, foi tudo muito bem. Fiz tudo bem, apesar de poder melhorar.

Mas isso a gente sempre pode né?

Só não estudei que fico passeando entre assuntos e não me decido o que aprender desta vez. E como eu não tenho pretensão nenhuma com estudo, é mesmo só diversão, vou levando. Quero dizer, eu não estou estudando pra mudar de carreira nem nada, que já tenho uma boa carreira. O que porventura viesse dos estudos seria puro lucro. Então posso me dar ao luxo.

Tem o doutorado, mas esse ainda não mexi, não peguei, tem trabalho pra entregar, tem muito pra fazer, mas esse estudo também tem que ser divertido, senão eu não encaro.

Também juntei praticamente todos os posts dos meus blogs num blog só, há muito tempo que queria fazer e amenizar um pouco essa esquizofrenia (que eu curto, só pra constar) tornando meu arquivo mais fácil. Juntei até o blog de livros que não tem posts propriamente, é mais um registro meio incompleto dos livros que eu fico lendo e dos que eu fico folheando…

Vai que algum dia algum servidor destes resolve acabar e matar todos os posts né? Falta ainda o primeiro blog, do blogger.com.br ainda e o leveza.motime.com que não têm como importar automaticamente, tem que ficar fazendo post por post, meio chatinho. Mas devagar eu arquivo tudo num só. Algum dia eu vou querer saber o que estava rolando no passado né? E também vejo o que fazer com dois blogs no ar, porque com dois ao invés de postar mais eu acabo travando e não postando é nada.

Não sei porque fiz tudo tão de acordo nesses dias. Não teve click nem nada, aconteceu, só. Espero que continue assim, espero mesmo.

E eu li essa frase num blog que eu gosto muito, e ficou marcada na minha cabeça. Eu já tinha lido esse livro do Leloup, mas não me lembrava nem de longe dessa frase.

Mudar de olhar é mudar de mundo.

Jean-Yves Leloup, em sua autobigrafia O absurdo e a graça, Verus Editora, Campinas, 2003

coisinhas

 

Hoje e ontem foram dias exemplares. Muito tempo que eu não cuidava tão bem de mim. Apesar do plantão de 24 horas, foi tudo muito bem. Fiz tudo bem, apesar de poder melhorar.

 

Mas isso a gente sempre pode né?

 

Só não estudei que fico passeando entre assuntos e não me decido o que aprender desta vez. E como eu não tenho pretensão nenhuma com estudo, é mesmo só diversão, vou levando. Quero dizer, eu não estou estudando pra mudar de carreira nem nada, que já tenho uma boa carreira. O que porventura viesse dos estudos seria puro lucro. Então posso brincar.

 

Tem o doutorado, mas esse ainda não mexi, não peguei, tem trabalho pra entregar, tem muito pra fazer, mas esse estudo também tem que ser divertido, senão eu não encaro.

 

Também juntei praticamente todos os posts dos meus blogs num blog só, há muito tempo que queria fazer e amenizar um pouco essa esquizofrenia (que eu curto, só pra constar) tornando meu arquivo mais fácil. Juntei até o blog de livros que não tem posts propriamente, é mais um registro meio incompleto dos livros que eu fico lendo e dos que eu fico folheando…

 

Vai que algum dia algum servidor destes resolve acabar e matar todos os posts né? Falta ainda o primeiro blog, do blogger.com.br ainda e o leveza.motime.com que não têm como importar automaticamente, tem que ficar fazendo post por post, meio chatinho. Mas devagar eu arquivo tudo num só. Algum dia eu vou querer saber o que estava rolando no passado né? E também vejo o que fazer com dois blogs no ar, porque com dois ao invés de postar mais eu acabo travando e não postando é nada.

 

Não sei porque fiz tudo tão de acordo nesses dias. Não teve click nem nada, aconteceu, só. Espero que continue assim, espero mesmo.

 

E eu li essa frase num blog que eu gosto muito, e ficou marcada na minha cabeça. Eu já tinha lido esse livro do Leloup, mas não me lembrava nem de longe dessa frase.

 

Mudar de olhar é mudar de mundo.

 

Jean-Yves Leloup, em sua autobigrafia O absurdo e a graça, Verus Editora, Campinas, 2003

La Vida Ya Es Un Castigo

TíTULO:La Vida Ya Es Un Castigo ¡Y Encima Hacemos Dieta!
ISBN: 8466612785
Número de páginas: 204
Autor: Gray, Serena;
Editorial: Vergara

¿QUÉ PROBLEMA TENEMOS LAS MUJERES CON EL CUERPO? ¿Las caderas? ¿Los muslos? ¿El tamaño de nuestro trasero? Y tú, ¿alguna vez has estado a régimen? ¿Sólo una? ¿Cuánto hace que estás a dieta? ¿Una semana? ¿Un mes? ¿Más de cinco años? Si no estás a régimen en este momento, ¿cuándo vas a empezarlo? ¿El lunes? ¿Cuando termines ese pastelito de crema? Seamos realistas. La mayorí­a de las mujeres vivimos gran parte del tiempo preocupadas por el peso. Rara es la mujer que jamás se ha puesto a régimen o que no está a punto de comenzar una dieta, y más rara aún es la que puede afirmar con una sonrisa que su cuerpo le parece perfecto tal como está. Si te cuentas entre los millones de mujeres que suspiran por estar más delgadas y sueñan con lograr que la pizza no se les instale directamente en las nalgas, o con que alguien invente un pastel de chocolate de cero calorí­as que además sepa a chocolate, entonces éste es el libro que estabas esperando. Con su humor fresco e irónico, y su estilo ingenioso e inteligente, Serena Gray describe los secretos, artimañas, esperanzas, situaciones jocosas, éxitos efí­meros y fracasos recurrentes que jalonan nuestra conflictiva relación con nuestro cuerpo. Porque, convengamos… LA VIDA YA ES UN CASTIGO… ¡Y ENCIMA HACEMOS DIETA!